Hace ya dos décadas que la figura del Wedding Planner se institucionalizó en el mercado de las bodas en EEUU y Reino Unido. Hoy en día, en ambos países, no se concibe la realización de una boda sin un organizador para la misma.
Poco a poco en España, la figura del planificador de bodas va adquiriendo importancia y se ha desmitificado la errónea concepción de que un wedding planner sólo era contratado por la clase pudiente de éste país.
Un organizador de bodas, como cada vez más saben, no sólo ahorrará tiempo y conseguirá una boda personalizada y creativa; también logrará ahorrar dinero en cada partida, gracias a su conocimiento del mercado y acuerdos con los proveedores, de manera que sus servicios suelen salir por coste cero a los contrayentes.
Las tendencias también van cambiando y la ceremonia que solía corresponder al patrón del clásico restaurante con cordero asado y el apagado de luces con las bengalas en la tarta, cada vez queda más lejos.
Las bodas temáticas van adquiriendo relevancia y cada vez más, los novios apuestan por bodas en la playa estilo ibicenco, bodas vintage, medievales o temáticas según los gustos de la pareja.
Nosotros apostamos por que en un futuro no lejano, las bodas, sin perder su significado de unión, serán un día de fiesta para celebrar en buena compañía, y los invitados participarán en la temática del enlace.
Os dejamos una auténtica boda vintage-Mississippi, dónde los invitados fueron protagonistas con su propia creatividad en el vestuario. Recibieron una invitación de estilo años veinte y el protocolo temático del enlace al que asistirían, y a la vista está que todos participaron en la creación de una boda preciosa y singular:
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